En la era digital, los influencers son figuras clave para el negocio de las marcas. Su capacidad para conectar con audiencias específicas y generar confianza transforma la manera en que las marcas comunican sus mensajes. En Chile, este fenómeno no es una excepción y los influencers siguen jugando un papel crucial en la estrategia de numerosas marcas.
Tatiana Guiloff, CEO de la agencia MGC, señala que para las marcas los beneficios de contratar influencers son muchísimos: “Sirven para generar awareness, credibilidad de marca, y muchas veces puede tener un rol educativo para una audiencia digital que es cada vez más exigente. También, sirve para crear comunidad de marca y que tenga un valor continuo en el tiempo, junto con proporcionar leads al panel de conversión, que es lo que busca todo plan de marketing”.
Es por ello que, a lo largo de los años, el rol de los influencers se ha diversificado y profesionalizado en diversos aspectos: especialización en nichos, autenticidad y transparencia, presencia en diferentes plataformas, colaboración y desarrollo de proyectos a largo plazo. Esto ha generado que los influencers ayuden a las marcas a mejorar su alcance y segmentación de audiencia, credibilidad, confianza y creación de contenido atractivo. Para las marcas, las plataformas en las que se desenvuelven los influencers se han convertido en un beneficio, ya que éstas ofrecen herramientas análiticas que les permite medir el impacto de sus colaboraciones.
“Las marcas están cada vez más interesadas en colaboraciones a largo plazo, creando relaciones más auténticas y sostenibles con influencers. De cara al futuro, se vislumbra una mayor segmentación, con influencers que se especializan en nichos muy específicos, y el uso de tecnologías como la inteligencia artificial para medir de manera más precisa el impacto de las campañas. Además, el surgimiento de plataformas emergentes continuará moldeando este ecosistema”, comenta Paola Cid, directora asociada de Alta Comunicación.
Potenciando la profesionalización de este oficio, desde la perspectiva legal, ha habido dos importantes cambios. Por un lado, el Consejo de Autorregulación y Ética Publicitaria (CONAR) en su Código de Ética Publicitaria, añadió el concepto “uso de influenciadores”; mientras que el Servicio Nacional del Consumidor (SERNAC) lanzó una Circular para Publicidad Nativa e Influencers, con el fin de fomentar las buenas prácticas en esta materia.
Andrea L’Huillier, directora ejecutiva de la agencia DOS ALAS, comenta que una buena práctica a implementar entre las marcas e influencers es llegar a un acuerdo entre los intereses de ambos, para lograr una mayor calidad creativa y generar contenido más eficaz. En este sentido, Andrea considera relevante “contemplar que la tecnología, a través de las plataformas existentes, permite que este servicio se potencie cada día más: resultados en tiempo real, acceso a data, reaccionar a tiempo replanteando las campañas para lograr los resultados proyectados. Siendo clave aún el factor de relacionamiento directo hecho por personas para lograr cada acuerdo, sobre todo para asegurar contenidos de valor”.
Por su parte, la CEO de la agencia MGC, Tatiana Guiloff, agrega que hay cinco prácticas que sería importante implementar para el correcto trabajo con los influencers: “Primero, hacer una selección de perfiles que estén alineados a los valores de la marca; segundo, entender cuál es la audiencia de ese influencer para ver si su audiencia también es a la que tú quieres llegar; tercero, desarrollar ideas creativas que sean ad hoc a los perfiles seleccionados para que el contenido sea mucho más orgánico y menos comercial; cuarto, establecer expectativas y acuerdos formales; y quinto, monitorear la performance de los perfiles”.
Según el portal de estadísticas alemán, Statista, el gasto en marketing de influencers en Chile se ha casi se quintuplicado durante el periodo comprendido entre 2017 y 2023, y se proyecta que para 2029 el gasto en este tipo de acciones publicitarias siga incrementando hasta poder rebasar la barrera de los 84,5 millones.
En palabras de la directora ejecutiva de la agencia DOS ALAS, Andrea L’Huillier, este es “un negocio que llegó para quedarse y que sin duda la pandemia consolidó siendo la forma de activar marcas en el encierro. De hecho, hoy se hace parte de cualquier plan de marketing comunicacional esto independiente de la estrategia macro de la marca. Los presupuestos destinados a este servicio crecen cada año”.
Paola Cid, directora asociada de Alta Comunicación, también está convencida de que los influencers perdurarán en el tiempo, pero “se debe considerar que la audiencia es cada vez es más exigente y valora por sobre todas las cosas la autenticidad, por lo que solo aquellos influencers que se mantengan fiel a su línea de comunicación, potencien la credibilidad y el compromiso con su comunidad tendrán éxito a largo plazo. Así mismo, las marcas tendrán que adaptarse y ser más estratégicas en la elección de sus creadores de contenido, informándose bien y apoyándose en agencias como la nuestra”.
En este sentido, a través de colaboraciones estratégicas, las marcas chilenas están aprovechando el poder de los influencers para llegar a sus audiencias de manera efectiva y auténtica. En un mundo cada vez más digital y visual, los influencers seguirán desempeñando un papel crucial en la estrategia del negocio de las marcas, ayudándolas a conectar con los consumidores de una manera más personal y significativa.