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Cómo afrontar los desafíos de la implementación de un Modelo de Prevención de Delitos en una empresa

La nueva ley contra delitos económicos y medioambientales, establece diversas modificaciones enfocadas en la prevención de estos delitos a través de la imposición de mayores exigencias a las personas jurídicas y sus sistemas de cumplimiento interno, así como a los directivos y gerentes de las empresas.

Promover un ecosistema sostenible y transparente basado en las buenas prácticas, es uno de los objetivos de cumplimiento de la Cámara de Empresas Creativas. En este contexto, se realizó una charla exclusiva para socios sobre la implementación de un Modelo de Prevención de Delito (MPD), de acuerdo a la actividad y necesidades reales de cada organización.

Las palabras de bienvenida estuvieron a cargo de la directora ejecutiva de la Cámara, Alejandra Ferrari, quien enfatizó en la importancia de enmarcar la nueva normativa dentro de los ejes estratégicos de la Cámara con el fin de “apoyar a nuestras empresas socias hacia nuevos estándares de cumplimiento, y hacia modelos que permitan una mayor transparencia, confianza y altos estándares de desempeño”. 

La instancia que buscó entregar información y recomendaciones al momento de implementar un MPD, contó con la colaboración de tres expositores miembros de Aptitude Consultores y expertos en el tema: Jaime Cisternas, socio fundador de la consultora; Leonardo Torres, director de Prevención de Fraudes y Delitos; y Gabriela Diez, directora de Servicios Legales. 

“Desarrollar un Modelo de Prevención de Delito en una empresa y luego implementarlo, tiene como objetivos principales disminuir los riesgos de acontecimientos y fraudes de delitos, junto con cumplir con la normativa para eximir la responsabilidad que pueda tener una empresa”, comentó Jaime Cisternas.  

Leonardo Torres explicó qué es un Modelo de Prevención de Delitos y los cinco elementos que éste debe contemplar para garantizar su exitosa ejecución: compromiso de la alta dirección, identificación de riesgos, diseño y ejecución de controles, capacitación y concientización, monitoreo y evaluación. Además, hizo hincapié en la importancia de la estructura de un MPD desde la perspectiva del control interno, agregando que la industria debiera considerarlo como una oportunidad y no un riesgo. 

“Que un control interno esté instalado, no es suficiente para verificar que efectivamente vaya a mitigar los riesgos de fraude. Para disminuirlos tenemos que hacernos todas las preguntas y, precisamente por eso, es tan importante la estructuración de un modelo. No sólo para que existan controles internos, sino para responder a ello”, afirmó Leonardo Torres. 

Posteriormente, se refirió a los beneficios que trae consigo la implementación de un Modelo de Prevención de Delito en la empresa: “una correcta integración, aplicación y comunicación de un MPD, trae beneficios tales como la reducción del riesgo ante este tipo de delitos, protege la reputación de la empresa y reafirma su compromiso con el cumplimiento legal, y mejora de la gobernanza corporativa”.

Por su parte, Gabriela Diez expuso sobre libre competencia en el marco de los Modelos de Prevención, y enfatizó en que “la nueva Ley de Delitos Económicos reconoce como responsabilidad penal de las empresas tres tipos de delitos o infracciones, recogidos del decreto de Ley 211, que tienen que ver con esta materia. Por eso, hay que considerar en estos casos, que siempre van a tener el carácter de delito económico independiente de la persona o el ente que lo cometa”. 

La abogada finalizó su presentación exponiendo sobre competencia desleal y señaló que “no es posible que los miembros de una empresa puedan tener conversaciones de manera formal, informal o por correo electrónico con miembros de otras empresas, respecto de concertación de precios, repartición de cuotas de mercado, entre otros”.  

Sello de Mejora Continua 

Con el objetivo de alcanzar mejores estándares de cumplimiento, para garantizar una mayor confianza, transparencia y desempeño, la Cámara puso a disposición de sus asociados un sistema de medición denominado Sello de Mejora Continua. En la misma línea, Alejandra Ferrari afirmó que la iniciativa “busca apoyar a las empresas para que vayan desarrollándose como instituciones cada vez más robustas, sólidas y con mejores prácticas. Esto, para entregar garantías y diferenciación de las empresas que conforman la Cámara ante sus stakeholders, principalmente clientes, pero también ante sus proveedores y trabajadores”.

Por otra parte, Alejandra mencionó que la certificación nace desde un punto de vista preventivo, propositivo y como búsqueda de estándares de desempeño más altos, proceso que actualmente cuenta con la colaboración y ayuda de Aptitude Consultores. Asimismo, la directora ejecutiva de la Cámara indicó que “ya hay varias empresas que entraron en este proceso voluntario de medición, el que seguiremos potenciando con el objetivo de que para los avisadores, contratantes, empleados y proveedores, sea un sello que acredite calidad ante las empresas con las que están trabajando”.

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