29 oct. 2025
Octubre es el mes de la ciberseguridad, fecha que en los últimos años llega en medio de un contexto de conexión y manejo de datos creciente, lo que trae grandes oportunidades pero también nuevos riesgos. La ciberseguridad ya no es solo un tema de equipos de TI o grandes bancos: afecta a las empresas creativas, a agencias, productoras, desarrolladores y a cualquier profesional que maneje datos de clientes, colaboradores o audiencias.
Los ataques digitales tales como el phishing, ransomware, filtraciones de datos, suplantación de identidad, se han sofisticado y se dirigen tanto a grandes objetivos como a pymes y freelancers. Para una empresa creativa, uno de estos ataques digitales puede significar desde la exposición de material inédito, guiones y archivos multimedia, hasta la filtración de datos personales de clientes y talentos que dañan la reputación y generan responsabilidades legales y económicas. Además, el impacto no siempre es sólo financiero: la pérdida de confianza del cliente, el retraso en campañas y el daño a la marca suelen ser irreversibles.
La ciberseguridad, por tanto, pasa de ser un costo técnico a ser una inversión en la continuidad del negocio y en la protección de la creatividad como activo estratégico.
Álvaro Lillo, Director Asociado de Ciberseguridad de Accenture Chile, empresa socia de la Cámara, cuenta que su equipo de Ciberseguridad está “constantemente trabajando en la protección de los activos digitales y la propiedad intelectual de los clientes, fortaleciendo su confianza y resiliencia frente a un entorno digital cada vez más desafiante. Asimismo, es muy importante recalcar que la ciberseguridad debe integrarse desde el diseño de los procesos creativos, sin frenar la innovación, debe ser un habilitador para el negocio”.
“En este contexto, implementamos arquitecturas de acceso seguro basadas en verificación continua (Zero Trust), soluciones de protección de datos (DLP) y capacidades de monitoreo continuo y respuesta ante amenazas, diseñadas conforme a los más altos estándares internacionales y adaptadas al contexto normativo y operativo de Latinoamérica” agrega Álvaro.
Las empresas creativas manejan activos que son a la vez sensibles y valiosos: piezas creativas en desarrollo, bases de datos de clientes y talentos, contratos, archivos multimedia en alta resolución, y plataformas de colaboración en la nube.
Algunos riesgos frecuentes son:
Por su parte, Eduardo Aguad, CTO de MEAT Group, también empresa socia de la Cámara, suma el desafío de la instalación de la inteligencia artificial en el ámbito de la ciberseguridad. “Se ha convertido en una aliada clave para las agencias creativas, pero también en una nueva fuente de riesgos. Cada vez que se integran herramientas o modelos que procesan datos, se abre una puerta potencial a vulnerabilidades. Por lo tanto, incorporar la ciberseguridad desde el diseño de los flujos creativos —revisar fuentes, cuidar los datos y definir protocolos de uso ético— ya no es opcional: es parte de la responsabilidad profesional”.
Para mitigar estos riesgos se requieren prácticas básicas pero rigurosas: backups frecuentes y verificados, control de accesos por rol, autenticación multifactor, políticas de manejo de dispositivos y formación continua del equipo.
Desde Accenture, las principales recomendaciones son:
La nueva Ley de Protección de Datos Personales en Chile
Chile aprobó y publicó la Ley Nº 21.719, que moderniza el marco de protección de datos y crea una autoridad reguladora específica, la Agencia de Protección de Datos Personales. Esta normativa eleva estándares, incorpora principios contemporáneos (licitud, finalidad, proporcionalidad) y alinea al país con modelos internacionales como el RGPD europeo. La ley fue publicada en diciembre de 2024 y su entrada en vigor está prevista para dos años después de la publicación, lo que da un horizonte para la implementación, pero también obliga a preparar cambios.
En términos prácticos para una empresa creativa, esto significa al menos tres cosas:
¿Qué pasos concretos pueden tomar las empresas creativas hoy?
En este contexto, la Cámara de Empresas Creativa ofrece, con un valor preferencial para sus socios, un curso realizado por la AMDD en materia de protección de datos personales y por el que pueden pedir más información en [email protected].
Adoptar buenas prácticas de seguridad y protección de datos puede convertirse en un diferencial comercial: clientes que contratan campañas, producción audiovisual o servicios creativos valoran cada vez más proveedores que demuestren cuidado con la confidencialidad y el cumplimiento legal. Prepararse antes de que la ley entre en vigor no solo evita sanciones: mejora la reputación y permite ofrecer servicios con mayor confianza.
En definitiva, la ciberseguridad efectiva mezcla tres componentes: tecnología adecuada, procesos claros y una cultura organizacional que entiende su importancia. Para la industria creativa, proteger la obra y la información es proteger el negocio y la libertad creativa misma. Con la nueva Ley de Protección de Datos Personales en Chile en el horizonte, planificar ahora es responsable y estratégico: reduce riesgos, facilita el cumplimiento y puede convertirse en ventaja competitiva.

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